Vivimos en un país en el que desde hace bastante tiempo se ha instalado la picaresca, el engaño, rozando la estafa, la clavada al fin y al cabo.
Tienes que recurrir a amigos, conocidos, familiares, etc, preguntar preguntar y volver a preguntar en tropecientos sitios para intentar que te engañen lo menos posible.
Pero es todo quisqui, no solo un taller, el carnicero, el de la pescadería, hasta un simple panadero que intenta venderte el pan de por la tarde recalentado diciéndote que es fresco.
Eso es para llamar al jefe taller y decirle:
Oye guapo, dime de que parte escrotal (por no poner una burrada), te sacas 25.000 pelas de las antiguas en mano de obra por cambiar dos hediendos filtros y el aceite.
Y te contestará muy amablemente que si esos precios son los estipulados, que si esto, que si lo otro, etc. etc., y te vas contento vamos.
Alguien escribió una vez un tuiter : "Nos mean en la cara y aún te dicen que llueve colonia", joder, no le falta razón.
Yo ahora mismo tengo el coche en el taller desde el 28 de Diciembre por un golpe, y vamos a intentar que pulan y no pinten la puerta y el guardabarros.
¿Por qué? Muy sencillo, independientemente de que como la pintura de fábrica no la vas a encontrar, no me fío del pintor y no le he visto ni he hablado con él en mi vida, no se ni donde tiene el taller a donde derivarán el coche.
Ese es al nivel de desconfianza al que hemos tenido que llegar.
Ala, ya me he quedado a gusto.
Saludos desde Canary Island