Pues con muuuucha paciencia. Al final casi desisto y todo. Pero la perseverancia hasta el final merece la corona, como decían mis maestros.
Al final lo que menos me costo fue quitar las arandelas giratorias que tenía por el exterior los tornillos. Con un martillo pequeño y un destornillador plano viejo, poco a poco fuy haciéndolas una mella hasta que las partí y las pude sacar.
Después llego lo bonito. Me encontré con unos tornillos redondos de acero templado apretados con muy mala leche. Seguramente con pistola, saque mi kit nuevo para quitar tornillos de seguridad y me lie a intentar roscalos en los tornillos. Pero eso no hacia rosca ni a tiros. Los tornillos podían con migo. Después de mucho sudar se me hincharon las narices, cogí un vaso del 19 de mi juego de carracas de cromo vanadio y la maceta mas grande que tenía y le metí en la cabeza del tornillo de dos macetazos , el resto lo hizo la pistola neumática
.
Pero ahí no acaba la historia. Cada ver que sacaba un tornillo me las veía y me las deseaba para sacarle del vaso. Al final gano el cromo, vanadio al acero templado.
Conclusión. En este caso gana la fuerza a la maña. Y la porra la gana el que apostó por la maceta.