Tuve un Fiat que nada más salir del concesionario se descolgó la puerta del conductor y rozaba contra el techo. El primer año pasaría por el taller 20 veces, cuando no era por una cosa era por otra, aunque nada de motor, todo por carrocería y electrónica... recuerdo que fundía bombillas todos los meses, era una locura. Eso sí, conducirlo era un placer.
El Civic era todo lo contrario, fiable como él solo pero de conducción muy insípida y con un sonido motor en el habitáculo insoportable cuando subía de vueltas. En este aspecto el ASX me gusta mucho más, es bastante más agradable.